El año pasado no pudimos subir a hacer ningún barranco, así que ya teníamos muchas ganas. Hemos ido con Oscar y se ha apuntado nuestro amigo Juan. Vamos a Santa Eulalia donde nos esperan Pilar, Agus y Javi. Con ellos haremos el barranco San Martín de la Val d'Onsera.
El domingo hacemos el Gorgonchón al cual se han sumado Moisés, Rafa y Germán.
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Por fin, no tenemos argumentos para negarnos y unido al hecho de que se va sin neopreno pero te refrescas constantemente pues hay fuentes de agua nos animan a hacerlo. El acceso es un poco complicado para llegar con el coche, hemos ido todos en la furgo de Agus. Desde donde dejamos el coche tenemos 1h30 hasta la entrada al barranco. Yo me imaginaba que el paisaje iba a ser como suele ser en la sierra de Guara, con vegetación pero, un poco árido. Nada de eso, hay muchísimos árboles durante todo el camino. Hay, además, que atravesar una pedrera que le da un toque más montañero e interesante al acercamiento. También hemos pasado por sitios estrechos y para bajar en la parte final hemos ido ayudándonos de una sirga (cable) recientemente instalada. Pero lo más sorprendente, como digo, ha sido atravesar bosques con muchísima vegetación, por los que se va bien a gusto a la sombra.
Cuando llegamos al barranco, continuamos subiendo para llegar a la Ermita de San Martín de la Val d'Onsera. Ahora si que entiendo por que este sitio es tan especial para Pilar y Agus. Cerrando una cueva se encuentra la Ermita, que todavía se usa cuando se hace la romería una vez al año. Junto a ella cae agua de la parte de arriba, no es una cascada sino más bien un baño de agua vaporizada. Si te das la vuelta, tienes el barranco, con sus paredes tan estrechas y la vegetación que abunda por todos lados. ¡Un lugar idílico!
Un barranco muy técnico y físico, que por muchas veces que lo hagamos no nos deja de sorprender.
El domingo hacemos el Gorgonchón al cual se han sumado Moisés, Rafa y Germán.
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San Martín de la Val d'OnseraHace tiempo que Agus y Pilar nos insisten en hacer este barranco. Nunca le hemos prestado demasiada atención, porque es un barranco semi-seco, se hace sin neopreno. Como nosotros venimos de Madrid y no tenemos muchas oportunidades, lo hemos ido dejando de lado pues nos apetece más hacer uno acuático y disfrutar del agua. ¡Qué gran error por nuestra parte! Además para ellos, Agus y Pilar, el lugar tiene un significado muy especial. Ellos dicen que es su lugar de descanso y además Pilar es moceta de San Martín, pues es de Santa Eulalia y hay mucha tradición con este lugar.
Por fin, no tenemos argumentos para negarnos y unido al hecho de que se va sin neopreno pero te refrescas constantemente pues hay fuentes de agua nos animan a hacerlo. El acceso es un poco complicado para llegar con el coche, hemos ido todos en la furgo de Agus. Desde donde dejamos el coche tenemos 1h30 hasta la entrada al barranco. Yo me imaginaba que el paisaje iba a ser como suele ser en la sierra de Guara, con vegetación pero, un poco árido. Nada de eso, hay muchísimos árboles durante todo el camino. Hay, además, que atravesar una pedrera que le da un toque más montañero e interesante al acercamiento. También hemos pasado por sitios estrechos y para bajar en la parte final hemos ido ayudándonos de una sirga (cable) recientemente instalada. Pero lo más sorprendente, como digo, ha sido atravesar bosques con muchísima vegetación, por los que se va bien a gusto a la sombra.
Cuando llegamos al barranco, continuamos subiendo para llegar a la Ermita de San Martín de la Val d'Onsera. Ahora si que entiendo por que este sitio es tan especial para Pilar y Agus. Cerrando una cueva se encuentra la Ermita, que todavía se usa cuando se hace la romería una vez al año. Junto a ella cae agua de la parte de arriba, no es una cascada sino más bien un baño de agua vaporizada. Si te das la vuelta, tienes el barranco, con sus paredes tan estrechas y la vegetación que abunda por todos lados. ¡Un lugar idílico!
Una vista de la Ermita San Martín de la Val d'Onsera
GorgonchónEn realidad no pensábamos hacer este barranco, sino la parte alta de la Peonera. Cuando hemos llegado hemos visto que el agua bajaba marrón por las tormentas de anoche. Así que nos hemos acercado primero al Formiga, el parking está abarrotado, y luego al Gorgonchón que es el que finalmente hemos decidido hacer. No es la primera vez que lo hacemos, con Oscar y Eva esta será la tercera vez. Eva, por cierto, no tiene nada claro lo de hacerlo pues se suele agobiar en el pasamanos. Al final le han podido las ganas y se ha animado. Luego lo ha pasado algo mal y ha salido mosqueada pero en realidad yo ha sido la vez que mejor le he visto. Como siempre Agus ha estado al tanto y le ha ayudado en los momentos más decisivos.
Un barranco muy técnico y físico, que por muchas veces que lo hagamos no nos deja de sorprender.
Moisés hace el sifón de la entrada al barranco
Eva, bajando el primer resalte
Parte final, relajada!
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