25 de noviembre de 2014

De Aralar a Atapuerca. Disfrutando del Otoño con una salida de La Fuenfria y una ruta en bici (18, 26/10/2014)



Teníamos una semana para hacer algo con la bici y además tenía que ser esta. También queríamos ir a la excursión de La Fuenfría. Así que nos hemos fabricado un recorrido desde la sierra de Aralar a Atapuerca, a donde teníamos muchas ganas de ir. El tiempo ha sido inmejorable y el recorrido una chulada. También ha habido alguna sorpresa y algún camino imposible, pero eso siempre es parte del viaje....


Para ver la selección de fotos pincha aquí (Si, al abrirlo, pinchas en "Ver presentación" verás las fotos en grande) Al final de este post hay un vídeo con las fotos y música de fondo.


Día 1: Baraibar - Azkarate (Marcha con La Fuenfria)
Como es habitual la noche en el autobús se hace larga y se empieza la excursión con la sensación de no haber dormido nada y estar demasiado cansado. La luz otoñal del amaneces hace que la primera parte sea una delicia por los colores que van tomando las plantas, las montañas, el cielo... Tras una subida y pasar un pequeño hayedo llegamos al inicio de la cuerda que recorreremos hoy.



Pronto nos encontramos con una desagradable sorpresa. Estamos en una zona de cazadores. Hay algunas protestas de gente del grupo que se queja de que estén matando animales a traición y por parte de los cazadores que dicen que ellos han pagado por estar ahí y que es peligroso que pasemos por ahí. Respiramos aliviados cuando dejamos atrás los puestos de tiro y continuamos subiendo por la cuerda. Se suceden en este tramo bosques con pequeños picos que vamos subiendo. Poco a poco vamos dejando atrás los bosques y nos vemos en la parte alta de la cuerda con el Balerdi (último pico de la cuerda) a lo lejos.



Tras ascender a varios de los picos, un grupo decidimos bajar de la cuerda para llegar antes, otros continúan hasta el final. La bajada se hace dura. Hay que sumar el cansancio acumulado al mal estado del terreno, pues hay mucho barro. Entre resbalón y resbalón pasamos tramos de hayedos en los que disfrutamos de sus múltiples colores y nos relajamos con la magia que parece envolverlos. Cuando llegamos al pueblo donde nos tendría que esperar el bus, nos encontramos con que no ha podido subir porque hay un par de curvas por las que no pasa un bus grande!!! Después de la tunda que llevamos, hay que seguir bajando 3km por la carretera. Avisamos a los que vienen por detrás para que lo sepan. Algunos acortan por otros pueblos y otros consiguen que los bajen en coches, pero en general ha sido una buena paliza para todos.



Día 2: Madotz - San Miguel de Aralar (Marcha con La Fuenfria) y Uharte-Arakil - Arbizu (Bici)
Hoy la cosa se presenta mucho más tranquila. Nos ponemos en marcha después de desayunar y el recorrido se supone que son unas 3 horas hasta San Miguel de Aralar. Muy pronto nos metemos en el bosque por un camino bastante embarrado, aunque no tanto como ayer. La gente va relajada, charlando unos con otros. Nosotros vamos en la parte de atrás y nos entretenemos aprendiendo cosas sobre los GPS. De pronto salimos del bosque y caminamos un buen rato por una explanada en la que pastan algunos caballos de montaña.



La subida final es lo más espectacular. Sobre todo porque atravesamos un hayedo con unos colores muy chulos. Paramos continuamente a hacer fotos y a comentar lo que vemos.


San Miguel de Aralar es una iglesia situada en un enclave espectacular. Está al borde de un farallón y parece dominar el valle de debajo. Tomamos el bus hasta Uharte-Arakil para comer. Aquí nos separamos del grupo pues nos quedamos ya Eva y yo con las bicis.
Día 3: Arbizu - Camping de Urbasa (56km)
Entre unas cosas y otras ha sido un día largo y duro, pero espectacular sobre todo por las vistas desde el Balcón de Pilatos...

Salimos temprano después de un muy bien desayuno en el hotel. Tenemos un tramo largo de carretera que incluye la subida al puerto de Lizarraga. La sierra de Urbasa está en un alto, una meseta que tenemos de frente y a la que nos vamos acercando poco a poco. Se nos hace algo pesado, pues las piernas están cansadas después de la paliza del fin de semana caminando. Por suerte apenas si hay tráfico y subimos, en ese sentido, muy cómodos. Aunque la subida y las vistas son muy chulas, nos sentimos mejor cuando salimos de la carretera y entramos en la Sierra de Urbasa.



Primero hacemos unos cuantos kilómetros por la parte alta de la sierra. Muy cerca del límite de la misma, lo que hace que no haya muchos árboles por el camino. El bosque lo tenemos a nuestra izquierda esperándonos. Pronto vamos alternando tramos entre bosque y praderas. Sin darnos cuenta nos encontramos dentro de los paisajes otoñales que estábamos deseando conocer. Hay hojas por el suelo y los árboles ya empiezan a tener un buen color otoñal. Bien es verdad, que quizás les falte una semanita. Vemos un muro rodeando un árbol y nos acercamos a mirar, es una sima. Es decir, una agujero en el suelo, es normal que hayan puesto el muro para no caerse sin querer. De vez en cuando pasamos por alguna explanada, aunque la mayor parte del tiempo vamos dentro del bosque. Comenzamos a ver algún cártel donde dice que nos dirigimos hacia el Haya Republicana. Pensamos que puede ser una buena idea para allí a comer. No será posible pues no lo hemos visto. De repente han desaparecido las indicaciones. Nos encontramos desmayados, así que decidimos parar a comernos el bocata. Nos hemos salido un poco del camino, aunque la verdad es que no hubiera hecho falta, apenas si hemos visto a nadie en todo el día. Los paisajes son una maravilla, generalmente vamos rodeados de árboles, en muchos tramos el camino únicamente se intuye debajo del manto de hojas por el que circulamos.



Vamos algo nerviosos, estamos deseando llegar al Balcón de Pilatos. Sin darnos cuenta, lo tenemos de frente a aparecido entre unos árboles y al acercarnos nos decimos que realmente merecía la pena. Es un lugar de esos que cortan la respiración. Estamos en la parte alta de un circo que cae como un acantilado a nuestros pies. Debajo, en lugar del mar, todo es verde, un manto de árboles se extiende allí abajo. Numerosísimos buitres sobrevuelan el lugar dejando bien claro quien es el dueño de los cielos. Hemos estado un buen rato recorriendo el semicírculo y acercándonos al borde en algún lugar. También tenemos un rato para acordarnos de que en este lugar se asesinó a republicanos, que eran arrojados al vacío desde aquí. Un lugar con una macabra historia a la vez que un paraje precioso!


Teníamos pensado, desde aquí, visitar el nacimiento del Urederra. Lo dejaremos para otro momento pues es algo tarde. Tenemos aún que ir al camping de Urbasa. Junto al Balcón de Pilatos se encuentra la carretera que lleva al camping de Urbasa. Antes hemos visto unos carteles que van al camping por una pista, son más kilómetros eso si. Aún así Eva se ve con ganas y dice que vayamos por la pista, no por la carretera. Cuando llevamos unos 10 minutos nos encontramos con unos ganaderos y les preguntamos, nos dicen que mejor vayamos por la carretera, que el camino que indican los carteles es bastante difícil de seguir si no se conoce. Como el track que llevamos iba por la carretera no nos hemos atrevido a perdernos por caminos que, nos han dicho, se encuentran bastante embarrados. A Eva le ha dado mucha rabia, "para una vez que cojo el camino largo y no me puede la pereza...!". Tenemos bastante sed pues no hemos encontrado ninguna fuente desde antes de llegar a Urbasa. En la carretera hay algunos lugares donde venden queso, junto a uno de ellos está la Fuente de los Mosquitos. Por suerte no hay mosquitos y si un agua que está riquísima.

En el camping de Urbasa hemos cogido una habitación. Es algo estrecha y hace frío, pero estaremos bien. Memorable ha sido la jarra de cerveza y el queso de Urbasa que nos hemos apretado al llegar. El lugar es muy tranquilo, sobre todo en esta época del año y entre semana, apenas si somos 6 personas cenando en el bar.
Día 4: Camping de Urbasa - Maeztu (59km)
Amanece un día espléndido. Salimos del camping cuando está amaneciendo, los tejados de las casetas se ven de color rojo. Ha caído algo de rocío que me ayuda a seguir a Eva. Resulta que su rueda va dejando una huella muy clara en la hierba. Poco a poco van desapareciendo las hayas y comenzamos a ver otros árboles. De vez en cuando asistimos a un espectáculo curioso, son hojas que van cayendo. Suelen ser de color amarillo y en algunos puntos los rayos del sol las hacen brillar, parece una lluvia amarilla y brillante. Tras varios senderos, tramos de hierba, alguna pista y algo de barro nos encontramos en una carretera. Tras dos kilómetros relajados nos encontramos conque la carretera está cortada, literalmente. Ya que hay una barrera de rocas que la recorren de un extremo a otro. Con las bicis podemos pasar por encima sin problemas y continuar por la carretera que continua al otro lado. Vamos saliendo de Urbasa, se nota en que el paisaje va cambiando. Seguimos estando en el parque natural, pero ya vemos algunos coches aparcados y ovejas pastando. Llegamos a una carretera, ya fuera del parque, con algo de tráfico. Estamos fuera!



Un tramos bastante agradable de carretera nos lleva hasta el pueblo de Erroitegui. Nuestro amigo Oscar nos había dicho que se puede ir por un barranco, el del río Erreka, dice que el lo había visto desde arriba y que parecía muy chulo. Así que allí nos dirigimos con nuestro track para bici bajado de wikilock. El camino se hace cada vez más estrecho. En un punto Eva se para para avisarme que tenga cuidado con unas rocas que hay en medio del estrecho camino. Echo pie a tierra y me encuentro con un problema, no hay tierra! He pisado tan al borde del camino que está al aire. Si poder remediarlo me caigo por un cortado de unos dos metros con la bici detrás. He caído de espaldas pero no me he hecho nada de daño, apenas un rasguño en el codo. Se ha hecho más daño Eva del susto que se ha llevado al darse la vuelta y ver que yo había desaparecido. Lo pedor ha sido que he tenido que salir empujando y levantando la bici en una zona de piedras grandes y de zarzas.


Seguimos adelante pero el camino se complica cada vez más. No estamos ni siquiera seguros de que vayamos por el lugar correcto. Subimos a una zona que parece la parte alta del cañón y nos volvemos a meter en un lugar imposible. Decidimos salir por arriba a las bravas, o como diría Kiko a la diabla. Nos alejamos del barranco para dirigirnos hacia una carretera atravesando unos campos sembrados. Volvemos al pueblo de Erroitegui y tomamos la carretera que nos lleva a Maeztu. Desde la carretera podemos apreciar el cañón donde nos habíamos metido. Es espectacular, pero no parece que tenga ningún camino por el que se pueda transitar en bici. La bajada a Maeztu es chula y no hay apenas tráfico.
Nos alojamos en los Roturos, es posible que no haya más sitio, pero aún así es muy recomendable. Es muy agradable y hemos estado muy a gusto. Por Maeztu pasa la vía verde de Plazaola. Después de comer, sin alforjas, hacemos un tramo de unos kilómetros hasta el pueblo de Antoñana. Un recorrido muy recomendable, que Eva ya había hecho con una amiga. La vuelta no nos ha hecho mucha ilusión. Es lo que tiene hacer una ruta con alforjas en bici, que no sueles volver por donde has ido. Hay puntos muy, muy bonitos durante el recorrido: la antigua estación del tren de Maeztu, un tramo junto al río, la llegada a Antoñana con el pueblo elevado. Además nos hemos encontrado con un pájaro muy grande al salir del pueblo, creemos que era un Azor o algo así, nos ha hecho mucha ilusión verlo tan cerca.


Día 5: Maeztu - San Vicente de la Sonsierra (47km)
Esta etapa, en su primera parte, nos ha llevado por la sierra de Izki. Un paraje precioso donde hemos disfrutado recorriendo senderos y caminos. Aquí ya no hay tantas hayas, predominan más lo robles, que también están preciosos.En algún tramo hemos tenido que echar pie a tierra por causa del barro y en otros pasar andando entre árboles. Únicamente nos hemos cruzado con un hombre que venía en dirección contraria buscando setas y ya al salir de la Sierra de Izki con otro bicicletero que iba a marcar un tramo de un track. Justo al salir del bosque, en un tramo con mucha arena, he pinchado yo, una espina que estaba bien incrustada en la cubierta. En medio del bosque nos hemos acercado a mirar un haya centenaria. Un árbol de esos con un porte majestuoso y que impresiona pensar el tiempo que lleva en pie.



Hemos disfrutado muchísimo, pero la media ha sido más bien mala. Creo que hemos hecho 20km en más de 3 horas. Era de esperar, dada la estrechez de los caminos y que vamos continuamente parando para hacer fotos. Una de las cosas más irreales con las que nos hemos encontrado, ha sido que después de estar toda la mañana recorriendo esos senderos tan estrechos, al salir nos hemos dado de bruces con un campo de golf. Estamos en Obecuri. El bar del pueblo, donde hemos comido un bocata espectacular, está decorado con cosas relativas al golf.

Las carreteras por las que continuamos nuestro camino son comarcales, apenas si pasa algún vehículo. Desde el pueblo de Lagrán comenzamos a subir, primero más suavemente y poco a poco con algo más de dureza. En el pueblo de Pipaón se acaba la carretera asfaltada que llevamos y tenemos que circular un rato por una pista en muy buen estado. Nos ha sorprendido una de las casas del pueblo, que tenía la puerta del garaje abierta, donde hemos podido ver las paredes llenas de herramientas modernas y antiguas perfectamente colocadas, como si de un museo se tratara. Estamos subiendo hacia el Puerto de Herrera, los últimos kilómetros son por una carretera nacional, también con poco tráfico. Este puerto marca la frontera entre Alava y La Rioja. Unos toneles en lo alto del puerto así lo indican. Como es por la tarde, está refrescando algo y pensamos que vamos a bajar el puerto por la carretera en la que estamos, nos ponemos bastante ropa para no pasar frío. Guantes largos, chaqueta cortavientos, bragas... Para nada, pues después de bajar 100m nos tenemos que desviar a la derecha y en vez de por la carretera bajamos por un cortafuegos. Está lleno de piedras y muy empinado en su primer tramo. Luego va mejorando y acaba convertido en una pista bastante buena. Comienza a aparecer el vino..., digo los viñedos y las bodegas. Estas últimas son edificios modernos, algunas, muy chulos. Pero lo mejor son los viñedos, estos si que tienen un color otoñal perfecto. Las hojas tienen muchos tonos de ocre, desde el amarillo al rojo y en muchas de las vides cuelgan aún las uvas de color oscuro. Tras pasar por varios pueblos y ver bastantes viñedos nos acercamos a San Vicente de la Sonsierra. Es un pueblo que está en un algo y según lo tenemos con el sol al fondo y los viñedos en primer término la vista es una chulada. Lo malo es precisamente eso, que está en un algo y hay que subir hasta el alojamiento. Curioso resulta que todas las calles nos huelen muchísimo a vino, debe ser que acaban de recoger las uvas y están fermentando los caldos. Seguramente en la mayoría de las casas tengan su propio vino.



Tras alojarnos y hacer la colada de rigor, salimos a recorrer el pueblo. Primero hemos subido a la parte alta, donde está el castillo y una bonita vista sobre el Ebro que está a nuestros pies. Nos hemos quedado ganas de ver más, pues ha oscurecido hace un rato y ya no se ve mucho. No hay muchos sitios para cenar, al menos que estén abiertos entre semana y en esta época. Hemos acabado comiendo una hamburguesa casera en la plaza, en el bar Niza, donde la dueña nos ha atendido de maravilla. Por supuesto regado con un buen vino!
Día 6: San Vicente de la Sonsierra - Ezkaray (71km)
Hoy casi no hemos tocado los caminos. Casi toda la ruta ha sido por carreteras comarcales...

Bajamos de San Vicente de la Sonsierra para cruzar el Ebro por un puente medieval. Vamos continuamente entre viñedos, disfrutando de la tranquilidad que se respira por estos lugares. Además el pedaleo es fácil pues no hay grande subidas ni bajadas. Nos ha gustado mucho la vista del pueblo de Briones cuando lo hemos dejado atrás. También nos ha gustado mucho unos viñedos antes de llegar a la N-120, no sabría decir de que color tenían las hojas exactamente. Parecía el color del atardecer junto al mar.

Nos encaminamos a nuestra primera visita cultural de este viaje. Queremos pasar por San MIllán de la Cogolla para conocerlo y visitar el monasterio de Yuso. Hacemos la visita guiada que es muy, muy interesante. Nos hablan de los libros en los que se han encontrado las primeras muestras de escritura tanto en Castellano como en Eusquera, además de visitar las instalaciones. Una de las cosas que más nos ha gustado ha sido el lugar donde guardan los libros de las partituras del coro. Son libros muy grandes para que todos los monjes los puedan ver desde la sillería del coro. El armario está provisto de un sistema de extracción de los libros manual y además tiene cámaras de aire y separación entre los libros para facilitar su conservación. Como digo, la visita nos ha gustado mucho. La lástima es que el monasterio de Suso (que está un par de kilómetros más arriba) no lo podemos visitar pues no hay plazas libres para hoy.



Después de comer un suculento bocata regado con su correspondiente cervecita, nos ponemos en marcha. Hay dos opciones para llegar a Ezcaray, una es por Santo Domingo de la Calzada y otra atravesando la Sierra de la Demanda. Esta última es más dura y la otra son más kilómetros. Eva está muy motivada y decide que vamos por la opción dura. Así que halla vamos. Al poco de meternos en una pista nos topamos con un "Guarda Forestal" que nos dice que a donde vamos. Al explicárselo nos ha dicho que si estamos locos o que, que por ahí no hay ningún paso y menos con bici. Llevamos un rato subiendo una pista muy empinada y dice que la pista acaba en unos metros que luego ya no hay nada, que tendremos que llevar la bici a cuestas... Así que no puede ser, habrá que volver y retomar el otro camino, por Santo Domingo de la Calzada. Como la ruta va por la carretera y no tiene perdida, me he subido yo a ver el monasterio de Suso por fuera. Está en un enclave bastante bonito y la carretera tiene unas bonitas vistas del monasterio de abajo, Yuso. Un poco antes de llegar a Santo Domingo de la Calzada tomamos el Camino de Santiago y Eva pincha. Mientras estamos arreglando el pinchazo nos van pasando peregrinos, sobre todo extranjeros, deben pensar que ellos no tienen problemas de pinchazos.

Eva tiene un problema con la bici, hace una cosa muy rara al frenar. Nos da la impresión de que algo le pasa a la suspensión. Preguntamos en una tienda de bicis y nos dicen que no pasa nada, que la suspensión está rota pero que no se va a partir ni nada parecido, que es desagradable pero no peligroso. Para llegar a Ezcaray tenemos que recorrer 8km de una vía verde que está separada de la carretera. El camino es bonito, pero ya estamos algo cansados y los kilómetros nos pesan en las piernas. Durante los últimos kilómetros nos vamos cruzando con gente de Ezcaray que está dando un paseo por la vía verde.
Día 7: Ezkaray - Burgos (79km)
Todo carretera, subida a dos puertos y ... cambio de planes.

Salimos de Ezcaray con algo de frío pues estamos entre montañas y nos dará el sol cuando llevemos un buen rato. Tenemos que subir al Alto de Pradilla. Es un puerto muy tendido pero tiene una cosa mala, no hay ni un solo descanso. Nosotros nos lo hemos tomado parando para ver la Ermita de Nuestra Señora de las Fuentes. Estamos en plena Sierra de la Demanda, todo es de color verde, aquí no hay mucha hoja caduca. Eso si, los pocos árboles que hay resaltan entre el verde circundante. Lo mejor de subir un puerto sin duda es la bajada que viene después. No hemos ido demasiado deprisa puesto que la bici de Eva va regular y es algo agoviante cuando frenas, parece que va a tirones. Después de la bajada, una larga recta y algún repecho nos lleva hasta Pradoluengo. Vamos hacia el segundo puerto del día, el Alto del Matorro, que se encuentra junto al embalse de Úzquiza. Se nos hace algo duro y largo, no tanto por las rampas que no son muy fuertes como por el cansancio acumulado. La carretera es buena y apenas si pasa algún coche. Paramos a comer en el primer pueblo que hay en la bajada. Hace tan bueno que comemos en la terraza del bar. Un hombre se pone a hablar con nosotros, es de este pueblo, pero ha vivido mucho tiempo en Madrid. Nos habla de todo y sobre todo de que no se nos ocurra ir a dormir a Atapuerca. Allí no hay nada, mejor estaremos en Burgos donde hay mucho ambiente. Encima, nosotros ya estábamos dándole vueltas a este tema. Son 7km más, pero la ventaja es que ya acabamos con la bici. El hombre además nos asegura que es todo bajada hasta Burgos.

Se nota que nos acercamos a una nacional pues cada vez hay más vehículos, no vamos muy a gusto. En Ibeas de Juarros Eva está un poco mareada. Se tiene que sentar un rato a la sombra. Por suerte ya no queda mucho. Además han habilitado una pista junto a la nacional que nos permite ir mucho más relajados ya que hay muchísimo tráfico. En la entrada de Burgos un hombre nos grita y se acerca corriendo. Resulta que nos hemos pasado el mejor camino para entrar en la ciudad. Es un paseo junto al río, muy agradable, con carril bici y todo. Entramos a la ciudad dejando atraś el museo de la Evolución, por la plaza que da a la Catedral.

Una vez alojados nos hemos acercado al museo para ver si podemos arreglar la visita a Atapuerca. El problema es que habíamos reservado la visita desde el pueblo de Atapuerca, no desde Burgos. Nos dicen que de momento no hay plazas, pero que nos pasemos mañana antes de la salida por si hay suerte. Damos una vuelta por la ciudad, que nos ha gustado mucho. Lo que más nos llama la atención es a la hora de cenar, resulta que hay muchísimos bares y todos están llenos de burgaleses tapeando.

Día 8: Burgos y Atapuerca
Estaba yo con la mosca detrás de la oreja por si al final no visitábamos Atapuerca. La ruta la habíamos pensado para ir de Aralar a Atpuerca. Tenía además muchísimas ganas de conocer el yacimiento. Por suerte unas personas no se han presentado a la excursión y hemos podido ocupar nosotros sus plazas.

Antes, la excursión empieza a las 12h, visitamos la Catedral. Es espectacular, sin ninguna duda. Pero esque además se visita muy bien porque te dejan (no hay que pagar) una audioguia con la que vas recorriendo y escuchando las explicaciones. En algunos casos cuenta demasiadas cosas, pero la mayoría son muy interesantes. Se ven mucho mejor las cosas conociendo las historias y las razones que han llevado a que lo veamos como está hoy en día.

La visita a Atapuerca ha sido memorable. Todo nos ha encantado, desde la suerte de tener unas plazas para nosotros hasta la guía que nos lo ha contado que ha sido genial. Nos montamos en el bus que nos llevará al yacimiento, hay muchos niños. Una cosa gracios ha sido que la guía nos ha dado la lista de los restaurantes que hay en Atapuerca para que podamos ir eligiendo o llamando incluso, cuando ha terminado una de las madres del grupo con los niños ha dicho en alto el nombre del sitio donde iban a ir ellos, para que fuéramos a otro si no queríamos comer con un montón de niños armando barullo. La verdad es que se han portando bastante bien durante todo el día. La guia es arqueóloga, trabaja habitualmente en las escabaciones y es una enamorada de su trabajo. La emoción que nos ha transmitido y sus explicaciones han hecho que hallamos disfrutado muchísimo. Primero nos ha contado, en el bus, muchas cosas del entorno y de los descubrimientos. Luego hemos visitado la escavación, donde nos ha contado muchas y variadas cosas. Desde como trabajan los arqueólogos hasta explicaciones sobre los pobladores de Atapuerca o como se descubrieron los yacimientos. Pero no solo eso, nos ha hablado de muchísimas cosas más, de otras escavaciones en las que ha trabajado o que conoce. Además ha sabido tratar y llevar a los niños muy bien. Después de comer vamos al Parque de Atapuerca, es un lugar donde se recrean situaciones de la vida en épocas antiguas. Por ejemplo nos ha enseñado como se hacen cuchillos de silex, como se usa un lanzador de lanzas, arcos, como se enterraba a los muertos, cabañas muy primitivas y lo más espectacular ha hecho fuego de dos formas: una con piedras y otra con palos. Los niños han salido encantados y nosotros también. La última parte es la visita al Museo de la Evolución, en Burgos, aquí ya no nos acompaña la guía, sino que la hace cada uno por su cuenta. Nosotros nos hemos metido en un grupo con otra guía, pero no ha sido lo mismo. Esta nos ha llevado por los puntos más interesantes de la exposición contándonos algunas cosas, pero ni tenía los conocimientos ni nos ha transmitido las mismas emociones. Aún así, la visita al museo ha sido muy interesante.

Día 9: Burgos - Madrid
Se nos acaba el viaje. Nuestro autobús sale a las 15h, así que decidimos ir al Convento de las Huelgas. Para no tener problemas nos vamos con las bicis y las alforjas, así no dependemos de nadie, cuando acabemos nos vamos a la estación y listos.

Nos lo habían recomendado en Información Turística y es verdad que merece mucho la pena. Parece increíble, pero es un recorrido por la historia de España desde hace 400 años hasta hace poco, todo sin salir de un convento. La guía que nos ha tocado también nos ha parecido muy buena, es de Patrimonio Nacional que es quien gestiona la entidad. Hemos visto muchas tumbas de personas ilustres, la guía nos ha contado historias de ellas de manera muy amena. Salas donde se recibian a los mandatarios importantes. En la sala capitular nos ha explicado de donde viene la expresión "Llamar a capítulo": es porque en esa sala es donde se reunían las monjas para leer un capítulo de algún libro y además es el lugar donde se reprimía a quien había hecho algo mal. Hay un par de claustros, uno más grandioso y otro recogido muy bonito. Una cosa curiosa es un monigote que representa a Santiago Apostol, que tiene un brazo articulado y que usó un rey para nombrarse caballero a si mismo! Esta sala y alguna más son de estilo mudejar. También hay un museo con cosas muy interesantes, entre otras el Pendón que se ganó en la batalla de las Navas de Tolosa.

Nuestro viaje toca a su fin. Bocata en la estación y vuelta en bus a casa.

Aquí están todas las fotos con algo de música de fondo...

1 comentario:

  1. En principio sólo iba a ojear el post pero me he enganchado y lo he leído hasta el final, como también estuvimos comentando el itinerario antes de partir sentía que este viaje también me pertenecía un poquitín y quería saber más detalles aunque ya lo habíamos hablado ... me encanta vuestra manera de viajar, cuánto me hubiera gustado que Eva y yo os hubiéramos acompañado ... seguro que lo conseguimos un día de estos, a ver si no hay que esperar a la jubilación ;-)

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