30 de octubre de 2002

Hola desde la selva

Estoy en Pucallpa, en medio del Perú y entrando en la selva Amazónica.

Mi último mensaje fue desde Pisco, al día siguiente realicé una excursión a las Islas Ballestas y a la Península de Paracas. Para empezar, en el bus coincidí con un chaval de Madrid, de canillas, os podéis imaginar que no paramos de hablar en todo el día por la tarde el se fue en dirección contraria. El bote tarda unos 15 minutos hasta las islas, en ese trayecto, ves pelícanos y lo que más impresiona son unos pájaros lanzándose en picado contra el agua y saliendo con un pez en la boca. Al poco de salir se ve “La candelaria”, unas líneas de Nazca en la península de Paracas, para quien no lo sabe, son unas líneas inmensas que hizo en la tierra el pueblo Nazca hace 2000 años y que no se sabe ciertamente el sentido que tienen. Un rato después aparecen las islas Ballestas que son un grupo de islotes en los que hay millones de pájaros, hasta el punto de que es el único lugar del mundo donde se comercializan los excremento de las aves, guano, como fertilizante. Lo primero que se ve como digo, son los pájaros sobrevolando las islas y también posados en ellas. De repente al girar la embarcación aparecen unos leones marinos, focas, sobre las rocas tomando el sol, es una pasada verlos a apenas 3-5 metros. El mar ha hecho unas formaciones increíbles en las islas con túneles, cuevas … Al poco llegamos al sitio donde más pájaros hay y el cachondo del guía nos dice que alcemos la cabeza y abramos la boca. En un pequeño islote donde hay unos leones marinos y muchos pájaros, de repente saltan dos pingüinos de Humbolt, son enanos, como una mano de grandes. Menos mal que el de canillas lleva un objetivo 300 y me lo presta para poder hacerles una foto. De allí nos llevan a una playa de unos 150m donde hay cienes y cienes de leones marinos, cubren toda la extensión y hacen un ruido increíble, como miles de chiquillos jugando y gritando todos a la vez. No nos acercamos mucho pues es una zona de cría, pero a nuestro alrededor hay un montón de ellos nadando y que asoman el hocico para ver a los turistas, es increíble verlos nadar con lo torpes que parecen en la tierra. De allí y tras volver a tierra, nos llevaron a la península de Paracas, es una reserva natural a la que acuden muchísimos pájaros. Lo primero nos llevan a ver flamencos, lo malo es que no nos podemos acercar mucho y están un poco lejos, con los prismáticos se ven bien, pero no se les puede hacer una foto, nos dicen que hay pocos por el fenómeno del niño de este año que normalmente hay muchos más. De todas formas veo muy bien que no nos dejen acercarnos más ya que solo conseguiríamos que se fueran. El museo es muy interesante y está muy bien, lo que más nos impresiona son las trepanaciones de los cráneos, me explico, los incas consideraban una distinción el tener la cabeza deformada, por lo que a los niños de clase alta les iban deformando la cabeza poco a poco, imaginaros el dolor de los pobrecillos, cuando el dolor era muy fuerte o el chaman así lo creyera les practicaban un agujerito en la cabeza!, sin anestesia ni nada, dicen que lo peor es arrancar el cuero cabelludo, que luego perforar el hueso no duele…. De allí fuimos a ver la catedral, una cueva muy grande excavada en la roca por el mar, allí coincidimos con uno de Tarragona.

Desde Pisco, al día siguiente, cogí un bus hasta Ayacucho. En el bus conocí a José Luis, gerente de unas tiendas de aquí de Perú y con el que me voy a encontrar en Chiclayo, ya que el marcha a trabajar allí. Al día siguiente quedo con el para cenar y me ha dado el teléfono de una chica aquí en Pucallpa, con la que he quedado para cenar esta noche. Aquí visito el pueblo de Vilcashuaman, donde existe una fortaleza Inca muy parecida a Sacsayhuaman en Cusco, que tiene una pirámide impresionante donde se sentaba el Inca (rey) a observar las ceremonias. Aquí cometí un fallo muy grande, y es no ir a visitar un bosque de Puyas Raimondi, plantas que viven 100 años, pero me enteré un poco tarde y no podía cambiar el plan. He decidido que si me sobran días al final, es posible que intente ir.

Desde Ayacucho, lo que más he hecho es viajar en autobús, primero a La Merced, pueblo de selva alta donde visite y por supuesto me dí un baño en una cascada. También fui a ver el pueblo de Oxapampa, que fue creado por emigrantes Austro-alemanes y que conserva un cierto aire tiroles, es muy bonito.

De allí fui a la población de Tingo Maria donde he visitado La cueva de las Lechuzas, una cueva inmensa donde se encuentra una población muy numerosa de guácharos que son unos pájaros del tamaño de una paloma pero que se mueven de noche de una manera parecida a los murciélagos, con la diferencia de que se alimentan de semillas. En la entrada de la cueva hay muchos loros y arman un jaleo del carajo. Más adentro ya están los guácharos y también hay murciélagos, hasta aquí entré yo con un guía local muy simpático, más adentro, se puede entrar y es un paraíso para las arañas.

De aquí ayer vine hasta Pucallpa y para que os hagáis una idea de como funciona esto os voy a contar un poco del viaje. La salida prevista del bus era a las 7, a las 7:45 nos dicen que el bus, que viene de Lima, se ha malogrado que cojamos el siguiente que es a las 10:30, resignación, no se puede hacer otra cosa. A las 11:30 como no ha llegado el bus todavía, deciden poner otro bus y llevarnos a la gente que estamos allí, salimos a las 12, según estábamos saliendo apareció el bus, llegamos aquí a las 21h, el camino es una pista en estado lamentable, el bus no puede pasar de 20-40 por hora y llegas lleno de polvo por los camiones que van delante, como no hay aire acondicionado y el calor es de aupa, hay que ir con las ventanas abiertas e irlas cerrando cuando hay un camión delante. Cada vez que se llega a un pueblo y se para a dejar a alguien, al bus suben un montón de mujeres, niños y hombres a vender todo tipo de comidas y bebidas o también a pedir caramelos.

Pues eso, que nunca se sabe lo que deparará el día de mañana. Hoy aquí en Pucallpa a amanecido nublado y a media mañana se a puesto a llover como yo no he visto nunca, no tiraban cubos, tiraban bidones directamente, pero la gente dice que esto no es llover mucho, que cuando lleguen las lluvias si que caerá bien. Menos mal que no estaré aquí. Yo algo de aquí en principio el día 30 de Noviembre, llegaré supongo el día 1 de Diciembre.

Un besazo a todos y a todas. Gracias por estar ahí.
Ricardo

PD: Para César y para el que la sepa que cante esta canción
“Has visto amanecer,
el páramo en León……”

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