2 de octubre de 2005

Entre el monzón y las carreteras no se llega nunca

Os envío un mensaje cortito antes de empezar el trecking de los Annapurnas. Salgo mañana para allá y espero estar entre 20 y 25 días andando por la montaña. (Oscar, prepárate que no voy a tener piedad).

Salí de Gangotri (donde nace el Ganges) con destino a Nepal, mi idea era entrar por la frontera Oeste, por Banbassa. Cuando planifique el viaje pensaba que tardaría un par de días. Ya en la India vi que serian más, al final han sido 7 días, prácticamente sin parar. La distancia total serán unos 1000km, pero atravesando los himalayas. Además estaba el monzón. Lo normal es que la carretera esté más o menos bien, pero todo el tiempo son puertos de montaña con lo que no se avanza mucho. De vez en cuando la carretera no existe y hay tramos muy largos de caminos en los cuales el autobús no para de botar. Por supuesto que los autobuses van hasta arriba, hay 5 asientos por fila, pero a veces van más de 5 personas, también la gente viaja en el pasillo, que además está lleno de sacos, motores o cualquier otra cosa. Incluso a veces la gente viaja en los techos de los autobuses.

El día más glorioso e interminable, sucedió desde Srinagar a Kausani, yo en realidad pensaba llegar a Almora, me habían dicho que en unas 6-7 horas. En realidad necesité dos largos días para llegar. Como iba diciendo tomé un bus hasta un pueblo en el que dijeron que la carretera estaba bloqueada, que había que ir por otro lado, así que tome otro autobús. A la hora se para y todo el mundo se baja, la carretera está desplazada y no pueden pasar ni coches ni nada que se le parezca, pero si las personas, todo el mundo pasa andando hasta el otro lado donde hay coches que se dedican a llevar a la gente (son los taxis compartidos). Mi record hasta entonces eran 12 personas, pero este día se quedo muy corto. En una especie de nisan patrol, entramos 16 personas, dentro del coche porque en el techo iban otras dos o tres (no lo puede precisar). Parece increíble, pero entramos todos y creo que si alguien más hubiera querido subir, el conductor habría echo sitio. Llegamos a un sitio donde había un derrumbe sobre la carretera, habían quitado las piedras más gordas y allanado un camino por donde pasaban los coches, la gente iba andando lógicamente. Estoy duró unos 10km hasta el siguiente punto en que la carretera estaba bloqueada, aquí no fue tan fácil pues después de andar 2km con la mochila, había que bajar por una ladera hasta el río y volver a subir por al otro lado de donde la carretera estaba bloqueada. El camino parecía echo a propósito, bien porque todos los años pasa lo mismo, o porque ya había pasado mucha gente por allí. A todo esto, casi no para de llover, todo está lleno de vegetación y está todo muy verde, preciosos. Me encantan los campos sembrados con diferentes tonalidades desde el verde hasta casi el amarillo. Otro taxi compartido hasta unos 7km más adelante donde esta vez hay que subir una colina, son unos 10 minutos con un calor asfixiante, pero entre un bonito bosque. Esta vez ya no habrá más percances en la carretera y tras cambiar de coche en sendas poblaciones, por fin llegué a Kausani a las 6 de la tarde, había salido a las 6 de la mañana. El lugar es espectacular en la ladera de una montaña con los himalayas al fondo, la pena es que estaba nublado y no se veían.

Un par de días más sin parar, aunque más tranquilos y entré en Nepal. Parece como si de repente entraras en un templo, casi de repente se acaba el ruido, aquí los coches no pitan tanto y la gente es más tranquila. Los aduaneros estaban sobados, creo que fui la única persona que pasó por esta frontera aquél día, el de Nepal incluso me pidió un regalo (dinero), como si se hubiera esforzado mucho.

Aunque sea el país que más ochomiles tenga, la parte sur de Nepal es llana, húmeda y calurosa. Aquí el sol es inclemente, parece que te está sacando los sesos poco a poco, como si se fueran derritiendo. Al borde de la carretera se ve mucha gente en bici, o andando, o llevando canastos, o hierbas, o haces de leña, o búfalos, y también muchas charcas en las que hay nenúfares y flores de Loto que salen del agua. Para llegar a Pokhara hay que entrar en el Himalaya de nuevo, otra vez puertos de montaña y preciosos ríos azules con cascadas allá abajo. Pokhara está orientado al turismo, hay de todo, sobre todo tiendas de material de montaña venden material North Face de Goretex, de plumas o wind-stopper, es muy barato y por supuesto que son copias, pero que están muy bien. Lo mejor es el Pewa Dal, o sea el lago que hay junto a la ciudad, por las tardes he ido a darme un baño y nadar un poco, está muy buena el agua, es una gozada. Todo el mundo te saluda en la calle, “Namaste”, la mayoría es porque quieren que entres a su negocio, o se ofrecen como guías, pero en cuanto les dices que no, no tienen ningún problema en entablar conversación contigo y son muy amables. Lo que no veo es buen royo entre los turistas, cada uno va a lo suyo, no es como en Ladakh que la gente se junta más y se comentan más cosas.

Claro que lo mejor de Nepal es que aquí hay cerveza San Miguel por todos lados, llevaba un mes sin probar una y de repente me ponen una de más de medio litro sin nada que comer, Casi me emborracho, esperando a que llegara la comida.

Hasta la vuelta del trecking.
Besitos, salud, cerveza y rock’n'roll.
Ricardito

PD: He puesto unas pocas fotos más, espero que os gusten y si podéis me enviáis algo, que me gusta saber de vosotros.

1 comentario:

  1. Las fotos son muy sugerentes, al verlas me apetece muchisimo seguir tus pasos!
    Parece que no pierdes el tiempo, que viaje tan alucinante
    Un saludo

    Susana — 13 February 2006

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