Barranc De L’Infern

Barranco espectácular, aunque sin agua a pesar de haber llovido estos días

Después de cenar un buen plato de pescado y unas cervecitas con limón en Calpe. Nos fuimos hacia el lugar donde está el barranco. Es un largo puerto de montaña, arriba aparcamos en una pista y a dormir al raso. Queremos levantarnos tarde, sin prisa, porque llevamos una buena curra encima., hemos dicho que a las 10. A las 8 de la mañana ya estamos despiertos, asi que desayunamos algo y nos acercamos a donde empieza el barranco.

El acceso son unos treinta minutos de bajada. Aunque estamos en Febrero, hace calor y parece que estamos en primavera tal es la cantidad de flores que hay por todos lados. La bajada hasta el cauce del río es muy, muy bonita, no parece que estemos en Alicante.

Una pequeña decepción cuando llegamos al río. No hay agua, ¡mierda! Esto puede ser un problema ya que el barranco es considerado peligroso por sus “marmitas trampa”. Estas son pozas que están completamente rodeadas de rocas, bajas a ellas rapelando por una cuerda y te encuentras con una pared enfrente. Si tiene agua es fácil salir, pues el nivel te hace estar mucho más arriba, pero si no tiene agua hay que utilizar otros medios, como material de escalada o un paso de hombros, es decir te subes encima de tu compañero.

Nos ponemos la parte de abajo del neopreno, por si hubiera alguna poza con agua. En el primer rápel ya se ve que este cañón puede tener muchas marmitas trampa, pero tenemos suerte, el equipamiento es muy nuevo y está muy bien puesto. Así que ¡adelante! El color de la piedra es gris muy brillante, las paredes tienen mucha altura, es sin duda alguna un lugar precioso y espectacular. Lástima que no tenga agua, porque varios rápeles se podrían saltar.

Tras un rato de bajada y varios rápeles nos encontramos con la primera marmita trampa. Bajo yo primero y compruebo que se puede subir bien por el otro lado, han puesto una cuerda con nudos y se sube muy bien. También sucede lo mismo en otra marmita trampa enorme, allí si que te sientes pequeño y te imaginas la situación si no estuviera la cuerda para poder subir. Hay un pasamanos para poder pasar sin bajar a la marmita, pero que no se encuentra en perfectas condiciones.

Sin darnos cuenta, estamos fuera del barranco. Con la decepción de que ya se ha acabado, pero con el alivio de haber salido sin problemas. La vuelta al coche son unos 45 minutos por una subida muy fácil entre almendros. Llegamos arriba un poco deshidratados porque hace mucho calor.

Como no hemos podido comprar pan ni ayer ni hoy, hemos tenido que comer queso, chorizo y jamón a palo seco, que tampoco está mal.