Subir al Peñalara (el pico más alto de la Sierra de Madrid) es algo
normal. Subir con esquíes no es tan habitual, pero también se hace. Que
sea un lunes, es algo más raro. Pero…, subir de noche con Luna Llena…,
eso ya sólo lo hacen algunos “locos” montañeros.
Hace ya un tiempo que Oscar (bici) me cuenta esta experiencia que suele
hacer siempre que puede. Lleva una semana avisando que este fin de
semana había Luna Llena. Varios estábamos interesados, aunque el tiempo
parece que va a ser malo. Estando pues prácticamente descartado, hoy
Lunes Oscar manda un correo ultimatum, “que hay una ventana de buen
tiempo esta noche”. Parece que tendremos cielo despejado para poder bien
la luna llena y poco viento.
Tengo muchas ganas de hacerlo, a la vez quiero y me preocupa. No se como me voy a encontrar por la noche y encima esquiando. Oscar me ha dicho que si lo veo mal, bajamos andando, eso ayuda pero yo lo que quiero es bajar esquiando. Le he dicho que si, que me apunto y trato de no pensarlo mucho a lo largo del día.
A las 22:15 salimos de Madrid, al final nadie más se ha podido apuntar, vamos pues solos Oscar y yo. En Alpedrete se empieza a ver bien la sierra y Oscar está de los nervios, “yo creo que vamos a triunfar”, “no quiero decirlo, pero yo creo que triunfamos”, está como un niño con zapatos nuevos. No se ve ni una nube, se perfilan muy bien las siluetas de las montañas. Por mi parte estoy un poco nervioso, no mucho, es la primera vez y no se lo que me voy a encontrar. El aparcamiento de cotos está vacío, “claro, quien va a estar aquí a estas horas”. No hace nada de frío, el coche marcaba -3º y no sopla casi nada de aire. He traído un chaleco reflectante para ponérselo a Oscar y seguirlo más fácilmente.
Hay la nieve justa, se ven algunas calvas y rocas, sobre todo en la parte baja. Nos ponemos en marcha hacia las 12h. Yo voy con el frontal siguiendo al chaleco reflectante que ha puesto Oscar en su mochila. Este va sin luces, no se necesita. La primera parte discurre entre árboles, vamos sorteándolos. Poco a poco vamos ganando altura entre ramas y rocas. Cuando empiezan a desaparecer los árboles me doy cuenta de que se ve mucho más de lo que yo pensaba, se ven los bordes de los montículos y la nieve por todos lados. La parte final de acceso a Dos Hermanas nos cuesta un poco más, hay un pequeño escalón y algunas placas de hielo, aún así las pasamos sin problemas.
Como hay que bajar un poco de Dos Hermanas para iniciar la subida a Peñalara, este era uno de los puntos en los que quería comprobar que tal iría en la bajada. Es muy poquito por lo que no nos quitamos las pieles de foca. Compruebo encantado que voy muy bien, incluso si dejo irse un poco a Oscar como si fuera esquiando detrás no tengo ningún problema en seguirle ya que el chaleco resalta completamente en la noche. Me siento más seguro cuando empezamos la subida final a Peñalara.
A mitad de subida se ve Segovia a nuestra izquierda. Parece que tenemos la ciudad ahí mismo, casi se puede tocar con las manos. Dice Oscar que deben haber apagado la luz de la Catedral, que si no la veríamos. Cada vez nos queda menos para llegar a la cima y me encuentro más seguro aunque aún algo expectante por como irá la bajada.
Llegamos a la cima a la 1:45 a.m. Justo en la cima corre un poco más de viento, no demasiado. “Ahhhhhhhhhh!”, nos damos el ABRAZO DE CIMA, estamos exultantes, ¡que pasada! Presi, JuanRa, Pablo, Iván… a los que no habéis podido venir, os hemos echado de menos.
(Ya me sentí encantado estando en la cima, pero hoy cuando he visto las fotos aún más. Yo sólo veía las luces de Segovia, Navacerrada, la estación de Valdesquí.... Al ver las fotos me hago una idea de lo que ve Oscar y me ha encantado.)
Debemos quedarnos en la cima una hora o así. Haciendo fotos y tomando un Cola-Cao calentito que llevamos en un termo y que nos sienta de maravilla.
Es el momento de bajar. He sacado otro frontal con la idea de ver mejor. Tenía pensado que lo llevara Oscar vuelto hacia mi, pero no es necesario con el chaleco es más que suficiente para seguirle. En cuanto damos dos o tres giros vemos que no voy a tener problemas para bajar…, hombre no bajo con la misma facilidad que Oscar, pero tampoco está mal. Voy intentando girar donde el lo hace. Como es difícil hacer exactamente su camino he pasado por encima de alguna piedra, salen chispas al chocar mis cantos con la roca. Cada diez giros o así le digo a Oscar que pare, me duelen las piernas, imagino que de la tensión. En poco tiempo estamos en Dos Hermanas. No nos ponemos las pieles de foca, subimos deslizandonos de lado como podemos.
Comenzamos a bajar un poquito a la izquierda por evitar las rocas y el hielo que había debajo de Dos Hermanas. Nos metemos en una antigua pista que había aquí y decidimos bajarla hasta el final, así nos evitaremos el pasar entre los árboles de la parte de abajo. En mitad de la pista Oscar se ha parado a mirar una señal, me la he llevado por delante… jajaja Es lo que me resulta un poco más difícil ver que está parando y donde parar exactamente. Cuando acaba la pista de esquí y estamos en el camino entramos en la oscuridad ya que estamos rodeados de árboles y no hay tanta luz. Aquí es cuando te dás cuenta de lo bien que se va con la luz de la luna. Creo que por aquí es donde me he caído la única vez de verdad, me han fallado las piernas porque voy cansado. Las otras dos medio caídas han sido la señal y por pasar por una piedra que no he visto.
Un poco antes de las 4 a.m. estamos en el coche. Nuevo abrazo porque todo ha salido bien, y un menta poleo calentito antes de dirigirnos a casa. Llegamos hacia las 5 a.m.
Oscar se tiene que levantar a las 7 a.m. yo a las 9 a.m. No me ha costado nada levantarme, ni siquiera me sentía cansado, he pasado el día como en una nube, encantado.
Cuando me he puesto ha escribir esto lo primero que se me ha venido a la cabeza es esta frase… «Cuando un verdadero genio aparece en el mundo, lo reconoceréis por este signo: todos los necios se conjuran contra él.» (Jonathan Swift). No es que piense que seamos alguna clase de genios lo que pasa es que tengo la sensación de que hemos hecho algo “Muy Especial”.
Esta es una de las locuras más cuerdas que se nos han podido ocurrir.
ResponderEliminarMe ha encantado el relato Ricardito, para mí cada experiencia vivida con
la luna es muy especial, pero esta lo ha sido aún más porque puedo llegar
a intuir, sólo un poquito, lo que realmente puede haber significado para
tí.
Volveremos a encontrarnos tocandos nuestros sueños con la mano.
Un beso enorme y un abrazo de cumbre
Oscar
Oscar — 5 March 2010
Felicidades por ese Peñalara con luna lunera.En mi próxima reencarnación aprenderé a esquiar y me iré con vosotros.
ResponderEliminarSaludos montañeros de Salvador y Paula
Anonymous — 5 March 2010
¡Qué buena idea hacerlo en invernal!, Ricardo, enhorabuena. Y para los que no sabemos esquiar, también se puede hacer a pata…
ResponderEliminarGonzalo — 5 March 2010
¡Qué pasada Ricardo! Me lo comentó Eva, pero ahora que lo he visto y leído me he quedado alucinada.
ResponderEliminarEnhorabuena a los dos.
Alicia — 5 March 2010
Hola Ricardo, soy un compñero de trabajo (infomatica) de Jose Manuel Torres, el cual me ha contado tu historia además de haberla leido aquí en tu blog. Sólo puedo decirte que mucho ánimo y que admiro el camino que te has trazado. No hay en este mundo nada igual como conocerlo, ver susgentes, su cultura, su riqueza y desgraciadamente su pobreza. Me han gustado mucho tus reportajes, desde ahora los veré todos asi me ayudará a conocer sitios que seguramente no pueda ir. Mucha suerte y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarFernando Chumillas Luis — 6 March 2010
Chaval me alegra saber que sigues estando como una regadera, lo normal en ti, claro está!. De todas formas, me encanta que lo pasaras bien y que solo tropezases 3 veces. Está hecho todo un campeón.
ResponderEliminarBesotes gordos,
Tu “oso panda”
Anonymous — 6 March 2010
Eres un monstruo, pero no tiene merito, eso es bastante facil, ten cuidadin no te vayas a caer por los dos lados de la cama, siete caballos vienen de Bonanza, y lo de monstruo es por FEO.
ResponderEliminarMiguel Strogoffff — 7 March 2010
Que experiencia más chula!! Si es que puedes con todo lo que se te ponga por delante!! Un abrazo.
ResponderEliminarMónica Picazo — 9 March 2010
Me ha encantado, y me hago a la idea porque este año estuve en Andorra con una subida nocturna incluida cena en pistas. Teníamos luna llena pero por desgracia tuvimos nubes. Una chulada
ResponderEliminarEnrique Téllez — 20 June 2010
Me ha gustado muchisimo esta historia!! Hacia mucho tiempo que no lei nada tan interesante y me ha gustado un monton jeje.
ResponderEliminarMusica — 9 August 2010
Vivir este tipo de experiencias debe ser impresionante, verdad? Por lo menos es lo que me parece a mi despues de leer todo lo que pones por aqui, que es genial.
ResponderEliminarDescargar — 4 September 2010